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MI HISTORIA...

¿Estás demasiado ocupada trabajando y cuidando a tu familia y te gustaría tener el espacio para:

  • Tomarte un café relajada
  • Cuidar de tí misma
  • Y mejorar tus hábitos para eliminar de 5 a 15 kilos de peso, para sentirte cómoda, llena de energía y saludable para luchar por tus sueños. ?

Mi nombre es Alejandra y voy a contarte como a pesar de estar ocupada con múltiples responsabilidades conseguí mi objetivo de bajar de peso y como este logro me llenó de energía y confianza para  ir en la búsqueda de mis más grandes sueños.

Saturada con demasiadas responsabilidades

Hace 5 años inició una de las etapas más hermosas y desafiantes de mi vida. Llegó a este mundo mi hija Valentina, y junto con ella llegaron grandes retos, como los de ser mama y al mismo tiempo la responsabilidad de sacar adelante mi carrera profesional y mi hogar.

Todas estas responsabilidades me saturaron de tal forma, que no sabía cómo organizarme, y así como tú, sentía mucho cansancio en mi cuerpo desde que me levantaba hasta que me acostaba, y muchas veces sentía que al final de mi jornada, no había hecho mucho.

Además, llevaba otra carga, después de mi embarazo había quedado con 12 kilogramos más de peso, que  no logré eliminar ni con lactancia, ni con dietas milagrosas, ni con lo que “yo creía” que era comer saludable, es decir comer ensaladas, pechuga de pollo  y agua, y minimizar las harinas.

Absolutamente ninguna de las prendas que usaba antes de mi embarazo me servían, te cuento que parecía una mujer mucho mayor debido a mi aspecto y a que tenía mi autoestima y emociones tan golpeadas, que no me esmeraba por mejorar mi presentación personal.

Cuando me miraba al espejo, encontraba a una mujer cansada, sin brillo, ojerosa, mi cabello esponjado y  descuidado agarrado en una cola y solo vestía con ropa ancha.

Ninguna dieta realmente funcionaba…

Cada semana iniciaba una nueva dieta o probaba un nuevo té o pastilla, pero nada  funcionaba para recuperar el peso que tenía antes del embarazo.

Me acordaba constantemente de mi amiga Sully, recuerdo que hace unos años ella me miró con sus expresivos ojos azules y me dijo: “Tu eres delgada, porque aún no tienes hijos, pero que cuando los tengas, ya nunca más estarás delgada”.

Sully me hablaba en ese momento desde su propia experiencia después de tener a su hija.  Y ahora años más tarde, sentía sus palabras como una sentencia y llegué pensar que ella tenía la razón.

La ansiedad por la comida chatarra me superaba

Imagina que cada vez que pases por una pastelería o una pizzería te supere la  ansiedad y terminas comiendo una dona recién preparada o una pizza doble queso salida del horno; esto era lo que me sucedía constantemente.

Lo peor era que no podía disfrutar con tranquilidad estos alimentos; porque luego de comer me sentía culpable y prometiéndome a mí misma que al día siguiente iniciaría a cuidarme en serio. 

Pero al día siguiente repetía la misma historia, e iniciaba una nueva dieta para luego caer ante la tentación de la comida chatarra y ultra procesada.  Mas que mi peso, me sentía decepcionada de mi debilidad y falta de fuerza de voluntad.

Tomé la decisión que cambiaría mi vida.

Recuerdo claramente, una noche que me probé una blusa blanca de algodón, cuello camisero y  de manga larga que me encantaba usarla con mis jeans talla 8 antes de mi embarazo.

Como tenía una reunión de trabajo pensé que de pronto podría usarla, pero cuando me la probé, ¿me puedes creer que  la blusa casi se rompe?, quedaba tan ajustada en brazos, en espalda y en abdomen… los botones parecían que saldrían volando en cualquier momento, que casi me parecía al hombre increíble, cuando este se transforma y rompe toda su ropa.

 En este momento sentí como mi corazón se encogía por la tristeza; más que mi aspecto, me sentía decepcionada de mi debilidad, porque era algo que estaba en mis manos cambiar, pero mi bendita fuerza de voluntad no me ayudaba.

Y esa noche, mientras me veía al espejo y escuchaba desde la sala los gritos de  mi esposo Javi celebrando un gol de su equipo favorito, me dije a mi misma: seré yo la próxima en celebrar, porque no me voy a conformar con comprar tallas más grandes, en este mismo momento decidí convertirme  en una mamá llena de vitalidad, radiante, con un peso saludable, con un cuerpo armonioso y que logra todo lo que se propone.

Necesitaba transformar también mi mente.

Lograr estos objetivos, representaban una transformación de cuerpo y mente. Todas tenemos diferentes prioridades en la vida, no sé cuáles sean las tuyas en este momento, pero para mí recuperarme física y emocionalmente era demasiado importante.

Quería sentirme cómoda y en paz conmigo misma y que mis hábitos fueran tan saludables como mis pensamientos. Luego comprobé que mi proceso implicaría algo más que esto.

Sabía que estar más saludable y enérgica también me ayudaría a  manejar mejor el tiempo para aumentar mi productividad en mi trabajo y mis quehaceres y dedicar tiempo de calidad a mi hija.

Mi más grande sueño es brindar bienestar a mi familia y ver crecer a mi hija, disfrutar de su hermosa sonrisa y sus ocurrencias, y darle herramientas para que ella sea una persona feliz. ¿Cómo iba a enseñarle a mi hija a ser feliz y lograr sus metas, si mi mirada era apagada y cansada demostrando mi frustración al no conseguir llegar al final de mis proyectos?

Te preguntarás, que cambios hice para darle a mi vida el giro que necesitaba, pues bueno acá te cuento…

Dejé de perder el tiempo en redes sociales y me dediqué a buscar estudios serios sobre la pérdida de peso para investigar un método confiable y con base científica que fuera infalible y que me permitiera al mismo tiempo establecer un estilo de vida saludable.

Encontré el MÉTODO SECRETO para lograr bajar de peso y estar llena de energía

Una vez encontré el método adecuado y profesional para bajar de peso, creí que era cuestión de implementarlo y listo. Pero me encontré con otro obstáculo…

Ya tenía el método, pero no lo había personalizado para mis características y no sabía cómo iba a desarrollar la fuerza de voluntad para mantenerme en el proceso por los menos tres meses, además sentía mucho miedo, miedo de volver a fracasar en este intento…

En este punto me di cuenta de la importancia de ser constante cada día  para ir a mi pequeña cocina, sacar de mi despensa los alimentos y preparar juiciosamente mis recetas día tras día, y descubrí que para esto también era necesario creer que realmente mi cuerpo iba a responder.

Seguramente te estás preguntando cual fue el método que encontré…

Por supuesto que te lo voy a compartir durante los próximos 4 días y de manera gratuita, ya que tendrás acceso al método y conocerás el secreto que hace que el programa “Empodérate y adelgaza” sea tan exitoso.

Durante mi proceso me sinceré con Javi acerca de cómo me sentía, y fue una gran bendición contar con su apoyo y comprensión en este proceso.

Una confesión vergonzosa…

¿Alguna vez has hecho una confesión vergonzosa? A  mí me tocó hacer una, para avanzar en mi proceso.

Tuve que confesarle a Javi, con mucha vergüenza, que a pesar de que me quejaba de mi falta de tiempo, la realidad era que perdía mucho distraída en mis redes sociales.

Después de sincerarme, Javi se convirtió en un gran aliado para ayudar a enfocarme en mis resultados, no solo pretendía bajar de peso, también quería ser más productiva, en mi día a día.

Muchas noches de trasnocho diseñando un método único

Implementar el método era realmente la parte sencilla. 

Lo más complejo fue el diseño de las recetas y junto con Javi pasé muchas noches diseñando y escribiendo el programa aplicando conocimientos combinados de cocina, nutrición y de balance de materia y energía. Además verificando que cada preparación fuera deliciosa, con sabor casero, criollo, con sazón, y que al mismo tiempo acelerara mi metabolismo y que garantizara que mi cuerpo se convirtiera en una máquina quema grasa.

Además, debía asegurarme de que las recetas suprimieran al máximo la ansiedad, y que lograra adelgazar sin sufrir y sin aburrirme del plan.

Un componente secreto

Diseñar un plan con estas características y con el COMPONENTE SECRETO para quemar grasa, requirió esfuerzo y tiempo, pero mi motivación era muy grande porque no se trataba solo de bajar de peso, era establecer un nuevo estilo de vida.

También debía descubrir el poder que había dentro de mí para finalizar un proyecto y alcanzar una meta: era mejorarme a mí misma , porque si yo mejoro y estoy bien, puedo también brindar bienestar a lo que más amo: mi familia.

Faltaban 4 meses para que llegara el mes de Diciembre y había programado que, para fin de año, sería una nueva Alejandra, así que de acuerdo con los cálculos, contaba con 3 meses para lograr una transformación.

Establecer la fecha era importante, porque siempre he creído que una meta sin fecha se convierte en una ilusión.

En dos semanas diseñé y escribí el  programa. Una vez con mi plan de alimentación diseñado  acorde a mi objetivo y a mi edad, estatura, peso y nivel de actividad física, solo faltaba sacar la fuerza interior para llevarlo a cabo.

Porque seamos sinceras, ni el mejor plan de alimentación diseñado funcionará para nosotras, si se queda guardado en un cajón, o en tu correo electrónico. 

Después de tantas noches de esfuerzo durante la fase de diseño y planificación, ahora tenía que ver si el plan diseñado realmente funcionaba como yo esperaba…de lo contrario tendría que darle la razón a mi amiga Sully y no estaba dispuesta a hacerlo.  

Un resultado difícil de creer…

De acuerdo con lo planificado y calculado, era cuestión de 3 meses para eliminar los 12 kilos de grasa corporal que ya no quería tener.

Te  confieso que a pesar de que la teoría decía que era justo lo que sucedería con el programa, los primeros resultados me parecían increíbles, ya que siempre había pensado que si una persona desea adelgazar entonces necesita sufrir comiendo solo ensaladas y dejando definitivamente sus caprichos.

Tan pronto inicié mi plan, como era de esperarse, llegaron las  tentaciones por comida chatarra y procesada…

Pero el plan contemplaba esta situación¡, y gracias a las recetas y a que mis caprichos estaban incluidos, pude mantenerme adherida al sistema de recetas que había diseñado y pude organizarme para cumplir con los objetivos incluso si comía fuera de casa.

En cuestión de 15 días empecé a ver los primeros resultados, pude sentir como un pantalón ancho de color blanco que usaba con mucha frecuencia, me estaba empezando a quedar flojo especialmente en la cintura,  y además la báscula, marcaba casi 2 kilos menos, después de solo 2 semanas de haber iniciado.

Mi plan contenía estofados de carne con verduras, arroz, preparaciones con lentejas, espaguetis, huevos, pancake de avena, arepas y muchas recetas más.

Javi  a cada rato levantaba sus cejas con incredulidad y  no podía entender cómo era posible que estuviera adelgazando si también incluía harinas como arroz, papas, pan  y caprichos como pizza, galletas, helados y pastel.

¡No comas eso¡ Estás a dieta… jajaja

En la primera semana, en una salida en que me disponía a disfrutar de mi hamburguesa (la cual estaba planificada por supuesto, y por cierto era una hamburguesa con tocineta, papas fritas y todo lo que puedan imaginar de una buena hamburguesa callejera), pues te cuento que  Javi casi me arrebata la hamburguesa antes de dar el primer mordisco, y me miró fijamente para decirme ¿ cómo te vas a comer eso si estás a dieta?…

Pero yo mirándolo  con mucha calma, le dije: no te preocupes, la puedo comer sin remordimientos, así me la coma mi cuerpo ahora es una máquina quema grasa y esta hamburguesa, no afectará los resultados.

Para mi este es uno de las grandes beneficios del programa “Empodérate y adelgaza”, no tienes que renunciar totalmente a la comida reconfortante porque aprendes a tener una relación con la comida basada en la responsabilidad y la conciencia de cada alimento, eliminando el miedo a cualquier tipo de alimento.

Tres Meses (3) después mi objetivo estaba cumplido, había adelgazado 12 kilos de grasa y ya estaba usando de nuevo la ropa que tenía antes de mi embarazo.

Lo logré y sin sufrir…

Lo había logrado¡ y no solo sin sufrir, ahora disfrutaba mi comida sin nada que envidiar o añorar en cuanto a la alimentación que tenía antes, porque mi plan lo contemplaba todo.

Con 12 kilos menos, mi transformación de cuerpo y mente ya era un hecho y por supuesto llegaron comentarios y sobre todo una pregunta de mi amiga muy inesperada…

Hasta pensaron que me había operado!

Alejandra ¿te operaste?,  preguntó mi amiga Sully!, nunca olvidaré la expresión de su rostro, era de sorpresa e incredulidad. Además me preguntó ¿qué producto estás consumiendo?, típica pregunta de Sully¡

Otros conocidos me felicitaron y me decían:

  • Que delgada estás ¡,
  • ¡Qué bonita que estás¡
  • Te ves mucho más joven ¡
  • Tienes de darme TU SECRETO para adelgazar

Incluso mi mamá muy seriamente me dijo: “Hija no sigas adelgazando más, es mejor que estés más gordita”, (las mamás tenemos una inclinación por ver a nuestros hijos más cachetones, y la mía no podía ser la excepción).

Lo mejor no era no era como me veía por fuera, lo mejor era que me sentía llena de energía para jugar con mi hija, para realizar mis proyectos, al quitarme 12 kilos de carga, me quité también:

  • Muchos bloqueos mentales
  • Adquirí la confianza y la disciplina que antes no tenía para cuidar de mí misma.
  • Me llené energía y fuerza para cumplir con un nuevo propósito que descubrí en mi vida…

Aumentó mi energía  para lograr mis más grandes sueños

Después de bajar de peso con mi programa empecé a sentirme con más energía y motivación para iniciar mi plan de ejercicios de tonificación.

También aumentó mi productividad, ya que  en el  proceso aprendí a organizarme para atender mi trabajo, mi hija, mi hogar y sobre todo cuidar de mí misma como realmente lo merecía, dejé de ponerme en el quinto lugar de prioridades, y me puse de primera prioridad, y cuando mejoré todo alrededor también mejoró, la relación conmigo misma, con mi familia, con mis responsabilidades.

Mi propósito principal es trabajar para la protección, bienestar y prosperidad de mi familia, pero también sé que no soy la única con ese propósito, la mayoría de las mujeres que somos madres lo tenemos, y la mejor manera de empezar  a trabajar en este propósito es cuidando bien de nosotras mismas.

Un viaje de transformación para tí

Mi viaje desde la frustración, el cansancio y la información incorrecta, hasta la comodidad con mi cuerpo, mi vitalidad y un estilo de vida saludable, me ha llevado también ayudar muchas otras mujeres que están experimentando actualmente lo que yo viví en aquella etapa desafiante de mi vida y que desean con todo su corazón una transformación de cuerpo y mente que las ayude también a lograr sus más grandes sueños.

En este proceso, eliminé 12 kilogramos, pero lo más importante no fue lo que perdí si no el aprendizaje que gané, y es que cuidar de mí misma como realmente lo merezco, requirió un viaje personal hacia mi interior, para descubrir mi poder.

Todo lo aprendido es tan grande y poderoso, que no puedo dejarlo solo para mí, sentía que era mi obligación compartirlo con el mundo. Definitivamente el universo conspiró y  empecé a diseñar programas para mis amigas, familiares y conocidas, por supuesto ellas también han obtenido maravillosos resultados que cambiaron su vida.

Así descubrí mi gran  pasión… ayudar a las mujeres a cuidar de sí mismas, para que ellas puedan cuidar también a quienes más aman.

¿Y a ti… te gustaría empezar a  cuidar de ti como realmente lo mereces?